Caza no es sinónimo de “muerte”, al contrario, es sinónimo de “vida” y de “protección”
01/10/2019


Soy Ana Parra, tengo 40 años y soy de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). Cuando tenía cinco años nos trasladamos a vivir a Viso del Marqués, que es donde comenzó a trabajar mi padre, en la finca “ENCOMIENDA DE MUDELA”. Actualmente sigo residiendo en este pueblo, junto a mi marido y mis dos hijos, de 15 y 13 años.

Háblanos sobre tu actividad profesional.

Mi actividad consiste en la gestión cinegética de una propiedad dedicada a la caza. Quiero destacar que la palabra caza no es sinónimo de “muerte”, al contrario, es sinónimo de “vida” y de “protección”.  ¿Por qué digo esto? Pues simplemente porque mi trabajo consiste en controlar la biomasa y las poblaciones de animales existentes en esta finca, así como  proteger su ecosistema, controlando a su vez la salud genética y el número de ejemplares adecuado a su especie. La selección de animales se hace en función de la edad, tamaño, sexo, animales enfermos,…

Como ya comenté anteriormente, me he criado en el campo, en un entorno privilegiado y rodeado del mundo que forma parte de la caza. Mis cómplices de juegos eran las perdices que paseaban por los jardines del Castillo de Mudela, algo que inevitablemente se tenía que ver reflejado en mi estilo de vida y así es.

Además, hace tres años decidí embarcarme en la gestión de un coto de caza, con todo lo que ello conlleva: cuidado y vigilancia de las especies (jabalíes, ciervos, conejos y perdices), venta de puestos, contratación de servicio de catering, rehaleros, veterinarios,… todo lo necesario para una buena cacería.

¿Ha sido complicado iniciarte en esta nueva experiencia de la gestión de un coto?

Desde los medios de comunicación nos bombardean constantemente con el desarrollo de las zonas rurales y con la idea de buscar soluciones para combatir la despoblación, lo que ahora llaman la “España vaciada”, pero la realidad es bien distinta. La realidad es que nos encontramos desamparados en la búsqueda de ayudas y medidas para el desarrollo local.

En nuestra zona contamos con las ayudas gestionadas por el grupo de desarrollo local Tierra de Libertad, pero desconozco de qué recursos disponen. Sería estupendo contar en la población, con agentes de Desarrollo Local imprescindibles para una buena gestión de las ayudas.

Todos los gastos los he ido asumiendo a nivel personal con los ahorros de nuestra familia, con la responsabilidad que esto conlleva para nuestra economía.

¿Has encontrado dificultades en el camino emprendedor?

La verdad es que no, ya que estoy muy vinculada con este mundo y soy conocida en el entorno. Tampoco por ser mujer he sufrido discriminación alguna. Puedo presumir de que me tratan de igual a igual.

Danos ideas. Qué soluciones plantearías para otras mujeres que decidan emprender en el mundo rural

Considero que los grupos de trabajo para el desarrollo de las zonas rurales deberían estar representados principalmente por personas que residan en los pueblos. Veo bien que cuenten con profesionales que asesoren a los vecinos, pero desconocen la realidad del entorno, de los pueblos.

Debería haber agentes de desarrollo local en las administraciones locales (hace años existía esa figura en los ayuntamientos). Ellos serían el nexo de unión entre los emprendedores y la burocracia de papeleo para  las ayudas.

Que de desarrollen proyectos desde del Ministerio de Igualdad,  similares a los del Programa “Aurora”, destinado al desarrollo de la mujer y fomento del empleo.

La protección de determinados animales considerados “alimañas” o “depredadoras”, debe ser consecuente con las necesidades reales de las zonas en función de especies, superpoblación,…

En definitiva, la teoría poco tiene que ver con la práctica que día a día nos encontramos en las fincas, lo que de verdad conocemos el territorio y trabajamos en él.