María del Carmen García, la valentía de emprender
08/03/2021 | Socia de AMFAR Almería, gestiona una explotación de porcino en el municipio de Topares


María del Carmen García vive en la localidad de Topares, en Almería, es agricultora y, recomienda a las mujeres que duden sobre si mudarse a la España rural y comenzar un negocio agroalimentario “que no les dé miedo, que sigan adelante, que se informen”.
Tiene 43 años, gestiona desde hace seis años una explotación en intensivo de porcino, una de cereales junto a su marido, Pedro Martínez, y de manera ocasional una de ovino.
Esta recomendación a las emprendedoras que duden, y que ofrece con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra este lunes, refleja su experiencia tras toda la vida en el campo, donde incluso ha visto que las integradoras en porcino buscan más a profesionales mujeres que a hombres.
“No nos tratan diferente, somos igual que un hombre, pero prefieren que seamos mujeres tanto por trato personal como a los animales”, explica a Efeagro, aunque reconoce que sigue existiendo una mentalidad “un poco machista” en el rural español.
María del Carmen, socia de la asociación de mujeres rurales Amfar, considera que también hace falta que las mujeres se pongan más en valor a sí mismas y vean que el campo es tan duro para ellos como para ellas y, por la misma regla de tres, “lo pueden hacer tanto hombres como mujeres”.
Pero, como muchas otras denuncian, sitúa la conciliación entre vida privada y laboral como un tema pendiente, ya que las mujeres no solo trabajan en los negocios, sino que se encargan del cuidado de la casa y de los hijos, y eso se traduce en que produzcan menos en el campo.
En este año de pandemia, al porcino de capa blanca apenas le ha afectado la crisis por su salida en supermercados y tienda de alimentación, según su análisis, pero no ha sido así para el ovino.
Y remarca que los precios en origen no suben, pero sí hay un aumento de los costes del gasoil o la maquinaria.
“Es el cuento de nunca acabar”, lamenta, y pone como ejemplo que actualmente vende el cereal al mismo precio que lo vendía su padre hace treinta años: “No ha variado nada”.
Por eso, plantea que no cree que el campo sobreviva, sumado a una Política Agrícola Común (PAC) que “siempre viene con recortes” y con una juventud que sigue yendo a las ciudades para buscar su futuro porque empezar en un negocio ganadero o agrícola “es muy complicado”.
“Aparte de abaratar costes y subir precio del producto, (hace falta) que las subvenciones sean más altas”, resume.

 

Fuente: Efeagro.