Verónica Bermúdez, responsable de la iniciativa ‘Desarrollo de Personas’
17/03/2021 | “Si algún día mis hijos deciden marcharse, lo harán, pero sabiendo que en Boal también hay oportunidades”. Aquí no sólo se puede vivir del campo


En el siglo XXI, el medio rural puede convertirse en un excelente soporte para proyectos laborales como el coaching, la consultoría y la formación. ‘Desarrollo de Personas’, liderado por Verónica Bermúdez, es una evidencia más para erradicar la creencia de que en el entorno rural sólo se puede vivir de los productos del campo. El avance de las nuevas tecnologías ha puesto de largo el teletrabajo y ha permitido que los proyectos vinculados a la creatividad y la innovación social tengan muchas posibilidades de prosperar.

 

“Otra vez a volver, con lo bien que estamos aquí”: esta era la frase que año tras año, cada vez que terminaba agosto, repetía Verónica Bermúdez, de Boal, en Asturias, y responsable de la iniciativa empresarial ‘Desarrollo de Personas’.

 

Hace un lustro que quisieron dar un giro de guion: “Mi marido y yo estábamos

muy estabilizados en Huesca y con opciones de seguir creciendo profesionalmente. Pero en septiembre de 2015 dijimos, se acabó. Sentimos la llamada de la selva, de querer volver a vivir a mi pueblo y así lo hicimos. En ese momento teníamos dos hijos y pensamos que era el momento”.

 

El regreso empezó a fraguarse casi en el momento en el que Verónica abandonó su pueblo natal para irse a estudiar fuera. Tras terminar la universidad y trabajar durante 13 años en un centro de personas con discapacidad en Huesca, en septiembre de 2015 comunicó a su empresa que dejaba su puesto laboral.

Estuvo más o menos un año de tránsito, mientras cerraba los trabajos que tenía pendientes con los clientes, hasta agosto de 2016. Durante todo este tiempo en su mente ya había construido su nuevo proyecto: crear una iniciativa

empresarial vinculada al coaching, la consultoría y la formación.

 

La idea se coronó con un nombre, ‘Desarrollo de Personas’. Su impulsora estaba convencida de que este tipo de negocio no sólo era posible en el medio rural sino muy deseable. Por fin dejaba de ser una esclava del tiempo; iba a poder alcanzar la sostenibilidad social, económica y ambiental, y superar la barrera, principalmente psicológica, que se tiene del mundo rural cuando se afirma que sólo se puede vivir del campo. Con este regreso, ella y su familia han incrementado el padrón municipal, el censo escolar, el consumo local y han participado de forma muy activa en la comunidad. Todo sin asesoramiento ni ayudas al emprendimiento, sólo con el auxilio que le proporcionaba el convertirse en nueva autónoma.

 

Romper el hielo

 

Comenta Verónica que ellos no tuvieron que romper el hielo, regresaban a su pueblo y conocían a sus vecinos, pero sí sucedió algo que no se esperaban: Algunas personas que sabían de nuestra vida, pensaban que habíamos vuelto

a Boal porque habíamos fracasado fuera, y luego estaban los del otro lado, los amigos que dejábamos atrás y que nos tildaban de locos por lo que queríamos hacer”, dice.

 

Al instalarse definitivamente en Boal, llegaban a un municipio de 1.480 habitantes, que dispone de todo el ciclo de educación hasta segundo de Bachillerato, aunque con unos ratios de ocupación muy bajos. Su hija asiste a un aula sólo con seis niños, número que deben mantener si no quieren que se suprima la clase.

 

Existe servicio médico, enfermera, varias entidades bancarias e internet. Por fortuna, en los últimos 10 años en Boal, ha habido un goteo de familias que llegan para asentarse. Según explica Verónica, “cada año más o menos se asienta una nueva familia”. “Evidentemente les hacemos la ola cuando llegan”, asegura. Casi todas ya tenían algún arraigo con el municipio, como la casa familiar o simplemente ser su lugar de vacaciones.

 

En cuanto a su negocio se refiere, Verónica es autónoma y no tiene trabajadores a su cargo, pero cuando necesita de algún profesional más, dispone de una tupida red de colaboradores a la que recurrir. Un modelo de negocio con poca inversión y poco riesgo. “Si dispones de un ordenador portátil y conexión a internet no es necesario hacer más gastos. Tampoco es necesario alquilar una oficina, por eso tengo el despacho en casa”, comenta Verónica.

 

Clientes sorprendidos

Actualmente el volumen de trabajo de ‘Desarrollo de Personas’, tanto en España como en algunos países de la Unión Europea, no ha dejado de crecer

desde que se creó. Por eso ha iniciado los trámites para vincularse a otro

proyecto empresarial de implantación europea dedicado a los mismos temas.

‘Desarrollo de Personas’ ha conseguido visibilizar la posibilidad real de que este tipo de proyectos se implanten en el medio rural sin necesidad de tener que ubicarse en las saturadas zonas periféricas de las grandes urbes. Algo que todavía sorprende. “Cuando hablo con un posible cliente que no me conoce y le digo que no estoy en Madrid, sino en Boal, un pequeño pueblo asturiano, siempre se queda sorprendido. Me suelen preguntar: ‘¿Cómo te las apañas?’ y les respondo que yo desde mi casa al aeropuerto tardo una hora exacta, lo mismo que cuando trabajo en Madrid y tengo que ir al aeropuerto”, explica la emprendedora. El transporte es muy importante porque su red de clientes está, en gran parte, fuera de Asturias. Trabaja en Galicia, Madrid, Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.

 

Este proyecto es una evidencia más para erradicar la creencia de que en el medio rural sólo se vive del campo. El avance de las nuevas tecnologías ha abierto las posibilidades del teletrabajo y ha permitido que los proyectos vinculados a la creatividad y a la innovación social tengan muchas posibilidades de prosperar. Sin duda este es un ejemplo de proyecto transferible a cualquier territorio, siempre que se cuente con una buena conexión a internet. “Nos hemos movilizado mucho para conseguir fibra óptica en todo el concejo porque con una mala conexión online se perdería la oportunidad de atraer nuevos pobladores”, reclama.

 

Despoblación

La despoblación es un tema que preocupa mucho a esta emprendedora. El relato de sus vecinos cuando se toman un café con ella es siempre el mismo: “Estamos en la morgue”. Ella les contesta: “Estamos en la UVI y de la UVI hay gente que sale. Lamentablemente muchos ya han tirado la toalla. Piensan que en el futuro debería llegar una gran empresa con trabajo para todos, como sucedió en el pasado.

Luego estamos los que deseamos que lleguen nuevas unidades familiares. Estas asentarían sus negocios con un modelo de desarrollo más sostenible a largo plazo en todos los aspectos, sobre todo en el económico. Pienso que no

hay que tener todos los huevos puestos en la misma cesta, sino distribuirlos y ubicarlos muy bien por todo el concejo”.

 

La gerente de ‘Desarrollo de Personas’ también es presidenta de la asociación Fórum Boal 3000, en la que tratan de dinamizar la vida sociocultural del concejo. Una de sus actividades vinculadas a la repoblación son las jornadas anuales denominadas ‘Jornadas de Fijación de Población’, en las que suelen

mostrar casos de éxito de personas que tienen negocios innovadores en el medio rural. Los colegios están siempre en el punto de mira de la asociación. Durante las mencionadas jornadas reservan un espacio para los pequeños, para darles voz y que den su opinión sobre el concejo. Con ello, buscan que los más jóvenes se sientan arraigados a su territorio y sepan encontrar las oportunidades que puede ofrecer. Por otra parte, en colaboración también con los colegios, realizan actividades para los profesores, las familias y, por supuesto, los niños.

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Verónica es realista, reconoce que cuando se le pregunta a los jóvenes en el instituto sobre qué quieren hacer en el futuro, ellos responden: “Marcharme de aquí en cuanto pueda, porque no hay nada”. Ante esa realidad afirma que si algún día sus hijos deciden marcharse, “lo harán, pero sabiendo que aquí también hay oportunidades”.

 

Desde la asociación también han creado la iniciativa “Poesía en Movimiento”, consistente en la distribución de poemas escritos en eonaviego —conjunto de hablas cuyo dominio lingüístico se extiende por la comarca asturiana comprendida entre los ríos Eo y Navia— por distintos enclaves turísticos y naturales del concejo para que se pueda leer poesía y promocionar los lugares de interés.

 

“No cambio estar aquí por nada. Cualquier trabajo que se pueda desarrollar en un entorno de vida más amable, con uno mismo como persona, creo que siempre tendrá un mejor resultado que si se lleva a cabo en un entorno que te oprime, que no te deja llevar ciertos ritmos y que te atosiga. Eso para mí es una

evidencia y un aprendizaje de vida que quiero dejar para mis hijos. Hoy sin duda el medio rural puede ofrecer espacio para muchos otros tipos de proyectos”, asegura Verónica.

Fuente: Red Rural Nacional