“La persona que tiene el gusanillo del autoempleo no desiste”
29/08/2019 | Rosa María Reíllo ha puesto en marcha la empresa Servicios para tu hogar en Campo de Criptana (Ciudad Real)


Rosa María, cuéntanos cómo fueron tus comienzos laborales. Por qué decidiste emprender en el ámbito rural

Mi nombre es Rosa María Reíllo Casarrubios. Tengo 55 años y desde muy joven, con apenas 20 años he trabajado como autónoma dirigiendo diferentes negocios. Comencé con una tienda de lanas, luego con un comercio de lencería y corsetería, de ropa de niños, y más tarde, me metí de cabeza en el mundo de la hostelería.

Hace nueve años monté una cafetería en la plaza de mi pueblo, en Campo de Criptana (Ciudad Real). Recientemente, hace un año, he montado una empresa de servicios llamada SERVICIOSPARATUHOGAR, concebida para solucionar problemas y situaciones que se dan en nuestros hogares, tales como el cuidado de enfermos y personas mayores, canguro de niños, cuidado de mascotas, limpieza del hogar y de empresas, además de pequeñas reparaciones de fontanería, albañilería, carpintería, etc.

 

¿Crees que es difícil emprender en un pueblo?

 

El mundo del emprendimiento es duro, pero atractivo a la vez. Especialmente para una persona como yo, que ni estoy casada ni tengo hijos, y dispongo de libertad para iniciar proyectos que otras personas tienen que pensar mucho más. He tenido caídas, y seguiré teniéndolas imagino, pero afortunadamente he procurado levantarme y reaccionar.

 

Mi formación académica es pobre. Cursé Bachillerato Superior, hasta que hace unos años me animé y empecé la carrera de turismo por la UNED, aunque no la he terminado, pero espero poder retomarla pronto.

 

Lo cierto es que actualmente quiero dedicarme única y exclusivamente a mi nueva empresa, porque considero que puede tener un futuro más óptimo que el de la hostelería.

 

¿Qué fue lo que te llevó a abrir tu empresa “Serviciosparatuhogar”?

 

Para iniciar el proyecto me inspiré en dos cursos que hice en el Centro de la Mujer de Campo de Criptana dirigidos a emprendedoras. El primero fue impartido por la EOI (Escuela de Organización Industrial) y el segundo por la Cámara de Comercio. En el primero nos exigían tener un proyecto de negocio, y a mí se me ocurrió éste. Más tarde, con la ayuda del siguiente curso, di el paso de llevarlo a cabo.

 

No he necesitado ayuda económica, pero si he de decir que estos cursos fueron imprescindibles para idear y dar forma a mi empresa, y gracias a las personas que los impartieron hoy en día es una realidad, con muchas posibilidades de crecer, incluso en otros pueblos.

 

¿Qué pedirías a las administraciones para facilitar el emprendimiento a las mujeres rurales?

 

He de decir que el camino del emprendedor, sobre todo en el mundo rural, es difícil y a la vez apasionante. La mejor ayuda que la administración nos puede ofrecer es que no nos ponga piedras en el camino, que dejen de subir los impuestos que en ocasiones nos asfixian. Es complicado hacer que nuestras empresas sean rentables teniendo en cuenta que gran parte del dinero que generamos va destinado al pago de tributos, tasas, impuestos y demás.

 

No obstante, la persona que tiene el gusanillo del autoempleo, generalmente no desiste. Por tanto solo puedo animar a quienes quieran emprender, sabiendo que el recorrido es arduo y duro, pero si consigues poder vivir de tu negocio es muy satisfactorio.