Emprendimiento verde de las mujeres y emprendimiento de las mujeres en el ámbito rural
15/10/2025 | Unidad de Igualdad, Gabinete Técnico de la Subsecretaría, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

De las conclusiones de este informe se derivan directamente cuatro recomendaciones: 

1. La primera recomendación se refiere a la necesidad de continuar con el esfuerzo emprendido por el MITECO con el diseño y construcción, con enfoque de género, de un sistema de indicadores y una base de datos cuantitativos sobre emprendimiento de las mujeres en el sector verde, en el ámbito rural y en el cruce de ambos. El objetivo es que esta base de datos95 sea sostenida en el tiempo y que vaya incorporando, en la medida en que sea factible, nuevos indicadores y nuevas fuentes de información que contribuyan a ampliar y mejorar el conocimiento sobre la realidad de las mujeres emprendedoras en actividades verdes, el ámbito rural y el cruce de ambos.

Para ello, el MITECO podría establecer acuerdos estables de colaboración con instituciones productoras de datos de interés, como el INE, Eurostat o la Seguridad Social, que ya han contribuido a este estudio con microdatos y explotaciones específicas de sus datos; también podría llegar a acuerdos con el Observatorio del Emprendimiento en España del GEM, en particular para Continúar de forma sostenida el análisis del emprendimiento femenino en el ámbito rural y explorar las posibilidades de aproximar el emprendimiento en actividades verdes en el entorno GEM. Adicionalmente, sería muy interesante explorar formas de analizar con perspectiva de género otras fuentes relevantes de información, como el Directorio Central de Empresas (DIRCE) y la Demografía armonizada de empresas. Asimismo, promover que, en el marco de la Unión Europea, de algunas agencias de Naciones Unidas (por ejemplo, OIT, ONU Mujeres, PNUMA) y de organismos internacionales como la OCDE, entre otros, se impulse también el desarrollo y seguimiento de indicadores de género en materia de emprendimiento verde, emprendimiento rural y su intersección.

2. La segunda recomendación se enmarca en las líneas de ayudas públicas del MITECO o de organismos adscritos a este, relacionadas con el emprendimiento en el sector verde y/o en el ámbito rural. En general, como se ha visto, las actuaciones de promoción de la igualdad entre mujeres y hombres son escasas y, salvo alguna excepción, no suelen incorporar la identificación y reducción de brechas de género como objetivo específico de las ayudas. Como consecuencia, por una parte, las ayudas y los proyectos que promueven no están adecuadamente diseñadas para reducir las brechas existentes porque obvian las necesidades específicas de las emprendedoras, pudiendo incluso exacerbar esas brechas, ya que, como se ha visto, a menudo las mujeres emprendedoras no entienden que estas ayudas están dirigidas a ellas; por otra, el impacto de las ayudas sobre la igualdad entre mujeres y hombres no es ni siquiera monitorizado, con lo que ni se conoce su impacto sobre las brechas ni se extraen lecciones para mejorar el diseño de esas ayudas.

En este contexto, la recomendación obvia que se deriva es la de, junto con los objetivos sectoriales de las líneas de ayudas públicas del MITECO, incluir en todas ellas el objetivo de identificar y reducir brechas de género y transversalizar este objetivo a lo largo de todas las fases de las ayudas. Esto engloba muy especialmente el diseño de las convocatorias de ayudas, pero también la selección de proyectos y su seguimiento y evaluación96. 3. En particular, como tercera recomendación, las políticas públicas en materia de transición ecológica y de lucha contra la despoblación tendrán un mayor impacto si incorporan entre sus objetivos las actuaciones destinadas a cerrar las brechas de género detectadas en el presente informe. En esta línea, es preciso incorporar y reforzar actuaciones destinadas específicamente a cerrar brechas de género no solo en las líneas de ayudas públicas de MITECO, sino también en cualquier política pública de transición ecológica y de lucha contra la despoblación, así como en la aplicación transversal de estos ejes de transición verde y cohesión territorial a otras políticas sectoriales (económicas, agrícolas, sociales, etc.). A modo de ejemplo, los resultados mostrados relativos a las condiciones de trabajo y las dificultades para emprender de las empresarias en actividades verdes, del ámbito rural y de la intersección entre ambos (tasa de parcialidad y sus causas, entre otras), estarían apuntando a la necesidad de que las políticas públicas incorporen más y mejores medidas en el ámbito de los cuidados para impulsar la conciliación y corresponsabilidad, de forma que se mejore la disponibilidad de tiempo y la posibilidad de dedicación de las mujeres al desarrollo de proyectos empresariales verdes y/o rurales, ya que se ha identificado que las responsabilidades familiares tienen mayor peso en mujeres que en hombres como causa del emprendimiento a tiempo parcial. Asimismo, el peso extremadamente reducido de la economía social en el emprendimiento femenino verde y/o rural revela la necesidad de que las políticas públicas pongan un mayor foco en la economía social en estos ámbitos para impulsar nuevas opciones de emprendimiento social vinculado al empleo verde y rural.

4. La cuarta recomendación se refiere a la necesidad de realizar nuevos estudios que permitan avanzar en el conocimiento de los factores que subyacen a las principales brechas detectadas en el informe, y en la identificación y difusión de buenas prácticas, todo lo cual a su vez facilitaría la aplicación más certera de las recomendaciones 2 y 3. Convendría especialmente poder profundizar en los motivos relacionados con las crecientes dificultades para el emprendimiento de mujeres en actividades verdes, no así para el empleo asalariado verde de mujeres, que crece con fuerza. Asimismo, convendría avanzar en el conocimiento específico de por qué las mujeres no parecen estar beneficiándose tanto como los hombres de las oportunidades empresariales de la economía verde, algo menos aún en el caso de las mujeres de municipios rurales, y en cómo acelerar el avance hacia una igualdad efectiva de mujeres y hombres en la economía verde, en la economía rural y en la intersección entre ambas. Para identificar buenas prácticas se recomienda poner el foco, al menos, en las comunidades autónomas y países que lideran la presencia relativa de mujeres sobre el total de su empresariado verde y/o su empresariado rural, motivo por el cual se destacan en este informe. Por otro lado, más allá de los focos específicos que ha puesto este informe en el emprendimiento verde y en el emprendimiento rural, se destaca una quinta recomendación de carácter más general:

5. La necesidad de que las administraciones públicas de todos los niveles refuercen las medidas de apoyo público al emprendimiento de las mujeres en cualquier ámbito y territorio, siguiendo para ello al menos el marco que han venido desarrollando en la última década la OCDE y la UE, para el logro de la igualdad de género en materia de iniciativa empresarial, incluido el instrumento conjunto elaborado por OCDE y UE a tal fin. En concreto, se destaca para ello el marco desarrollado por la OCDE a partir de la Recomendación de 2013 del Consejo de la OCDE sobre Igualdad de Género en materia de Educación, Empleo e Iniciativa Empresarial97, que ha tenido informes de seguimiento en 201798 y 202299. Asimismo, otras iniciativas específicas de la OCDE, o conjuntas de la OCDE y la Unión Europea, para mejorar los datos y las políticas sobre mujeres y emprendimiento100 incluido un instrumento específico de autoevaluación del apoyo al emprendimiento de mujeres101 que forma parte de la herramienta en línea Better Entrepreneurship Policy102 diseñada para que quienes diseñan políticas públicas y otros agentes interesados a nivel local, regional y nacional conozcan la forma en que las políticas públicas pueden tanto apoyar que las mujeres, jóvenes, migrantes y personas desempleadas creen empresas e inicien una actividad por cuenta propia, como respaldar el desarrollo de las empresas sociales.

Fuente: Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico